martes, 9 de junio de 2015

DE EL FINAL DE LA CUENTA ATRÁS

En el 40º aniversario del estreno de la película Tiburón, la cual como por todos es sabido, acabó por convertirse no ya en un éxito, habrá que decir más bien que en un título de culto, cierto es que como en ese mismo caso, no estaría de más poner de manifiesto los trucos a los cuales fue imprescindible recurrir en pos no tanto de promover el resultado, que por inesperado se hacía imposible de promover de una u otra manera, lo que obligaba de una u otra manera a adoptar una postura digamos más conservadora, esto es, más sosegada.
De entrada, cómo no, se apostó por lo que hoy tacharíamos de proceso de maquillaje. Así de entrada su título “Jaws” (mandíbulas), sonaba demasiado agresivo, cuando no resultaba demasiado descriptivo a la par que peligroso toda vez que podía herir la sensibilidad de una sociedad, no lo olvidemos, la española, que por entonces aún balbuceaba (sobre todo cuando nos referimos a la interpretación de ciertos dialectos o lenguas).
Viene todo esto a colación de que precisamente son las mandíbulas las responsables de regular la acción no ya solo de algunos de los músculos más fuertes del cuerpo humano, sino que a la vez las encargadas de impedir que éstos puedan, en el ejercicio de su labor cuando la misma pueda llevarse a cabo de manera descontrolada, provocar graves detrimentos que pueden ir desde los mesurables en términos físico, los cuales pueden medir sus consecuencias en términos de tensión, como el conocido rechinar nervioso de dientes; o traducir sus resultados en campos mucho más lascivos como pueden ser aquellos que traducidos a la susceptibilidad pueden llevar a alguno a morir envenenado fruto simplemente de haber cometido el terrible error de haberse mordido su propia lengua.
Traducido todo lo anterior desde el campo de la emotividad desde el que viene originado, a otros campos digamos más meridianos, y por ende más propensos a resultar comprensibles; añadimos el indefectible aporte que en esta ocasión aporta el contexto para comprender que en una atmósfera viciada como la que hoy por hoy pergeña nuestra realidad, presente e instantánea qué duda puede presentarse; lo único no ya acertado, basta con catalogarlo como de sincero, pasa por considerar como de incontestable cualquier análisis que tenga la valentía de incluir en sus conclusiones, por supuesto sin maquillar, el efecto que los consabidos pactos, y en especial las consecuencias que de cara a las futuras citas electorales éstos tengan; no como una forma residual, cuando sí más bien yo me atrevería a decir que incuestionable a la par que imprescindible, de cara a entender, o al menos intentarlo, el revuelto incomible que en algunos sitios, no lo olvidemos a causa de algunos, se están sin duda a estas horas preparando.
Porque es que llegados a estas alturas no tanto por la celebración del partido cuando sí más bien por la ausencia del mismo, que hemos de conformarnos con las crónicas que del mismo se nos proporcionan. Crónicas intoxicadas por proceder en la mayoría de los casos de fuentes obviamente interesadas cuyo interés no ya tanto en que ganen lo demás, como sí más bien en que bajo ningún concepto puedan ganar los demás; parece más que obvio, descarado.
Constatamos así una situación que si bien no es nueva en España, sí contiene un ingrediente que la vuelve digamos original. La incorporación de lo que podríamos catalogar no ya solo como de nuevos jugadores cuando sí más bien de alumnos aventajados, introduce en lo que insistimos, se trataba de un viejo conocido en España esto es, la consabida subasta de poder para con los Nacionalismos; en una madeja inaccesible a cuya esencia ni el mismísimo Teseo podría acceder, quedando con ello encerrado en éste que podríamos denominar, el nuevo Laberinto del Minotauro.
Pero si los viejos entes, propensos si se quiere al Mito, parecen tener sus días contados; no resulta menos cierto afirmar que los Nuevos Ídolos, estén en verdadera condición de ofrecernos mucho más.
Así de no ser por apelación a lo que libremente denominaremos Tacticismo Político que yo no puedo entender, y me consta que habrá de esforzarse mucho para hacérselo comprender a sus votantes, que la Sra. Responsable de PODEMOS en Andalucía, va a tener que esforzarse mucho para hacer digerible una situación en base a la cual de la lectura primigenia no se decida que ha sido su incompetencia humana, traducida a ineptitud política, la que ha llevado a Susana DÍAZ a defender hace unos minutos y con toda la razón, que los que se dicen de Izquierda votan juntos y junto al Partido Popular para impedir su nombramiento…mientras otros (esto sí de mi cosecha) pese a parecer de Derechas van a propiciar un Gobierno del PSOE en Andalucía.
¿Estaremos pues ante un caso propio de ésos en los que somos incapaces de tragar todo lo que hemos mordido?
¿Se trata más bien de un claro caso del mal que persigue a los niños, y que nuestras madres resumían en el consabido: “llena más la tripa que el ojo”?
O por el contrario se trata de algo mucho más peligroso y terrible. ¿Estamos constatando desgraciadamente demasiado pronto que dónde algunos creían poder en realidad no podemos tanto?


Luis Jonás VEGAS VELASCO.

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