domingo, 29 de marzo de 2009

NOS ESTÁN CAMBIANDO EL TEATRO DE OPERACIONES




Y eso, tanto si nos gusta como si no, supone en sí mismo un riesgo que no debemos pasar desapercibido, si por otra parte no queremos pagar caras las consecuencias dentro de un tiempo cada vez más corto si tenemos en cuenta la velocidad creciente con la que cada vez en mayor medida se desarrollan los acontecimientos.

A qué nos referimos, pues concretamente a la puesta en práctica de forma ordenada y coherente por parte tanto de la derecha cavernaria como de la Iglesia ultra-ortodoxa de un cambio radical en su forma de hacer, esto es a la hora de actuar, como de no hacerlo.

Hasta ahora, y con ahora me refiero al periodo que va desde el periodo de entre-guerras hasta la muerte del anterior Sumo Pontícipe; todos, incluso ellos, el binomio Iglesia-Derecha, teníamos claro qué sería lo que había que hacer, lo que había que decir, e incluso cómo había que contestar a una provocación, incluso antes de que esta se llevara a cabo. En la actualidad, esas reglas “no escritas”, pero a la sazón por todos conocidas y por ende respetadas, están siendo superadas, y están dando lugar a una serie de cambios los cuales, dadas las especiales circunstancias del Mundo por todos conocidas, hacen que la mera novedad que estas respuestas, o la falta de ellas, configuren, o en cualquier caso resuciten, una nueva realidad cuyas consecuencias, por el mero hecho de ser impredecibles, sean en sí mismas, perniciosas.

Como decía un estratega americano durante la Crisis de los misiles cubanos, lo que hace viable el juego con los rusos es que siempre podemos anticiparnos a sus movimientos ya que sabemos que un ruso siempre hará aquello que más beneficie a un ruso. No debe preocuparnos que alguien quiera tener cincuenta cabezas nucleares, lo que debe llenarnos de terror es topar con alguien que sólo necesite una. Salvando todas las distancias, y extrapolando paralelismos, en la lucha que hasta el día de hoy hemos librado en Europa contra el liberalismo aquellos que nos consideramos socialistas; y contra el catolicismo los que estamos en contra de la religión como forma de obtener respuestas a nuestras preguntas, pasaba tener muy claro, tanto en un sentido como en otro, que determinadas cosas, sólo podía pasar de una determinada manera. Así, asociaciones como la natural que se manifiesta entre Derecha y Clero, dan pie a una simbiosis natural que genera por sí sola una corriente de pensamiento cuyos discursos, líneas de pensamiento y conclusiones son previsibles, incluso improvisados; por ello, conforme al mismo razonamiento, la respuesta que desde el lado contrario se le puede ofrecer, es igualmente calculable. De esta manera, ambas partes tenían claro hasta el día de hoy, que ciertos márgenes nunca sería superables, salvo que esta superación llevara aparejada la puesta en marcha del enésimo asalto final.

Por todo ello, contemplar la nueva estrategia de la derecha cavernaria española, en concubinato con la clase curia española englobados bajo la escusa de la Reforma Legal de La Ley del Aborto, deja, más allá del hecho de que se pueda estar o no de acuerdo con la mencionada Ley; la extraña sensación de que en realidad algo se nos está escapando. Algo mucho más profundo y de consecuencias sin duda a día de hoy incalculables.
Los motivos no son meramente alarmistas:
En primer lugar, tanto Iglesia como Derecha ponen en marcha a sus huestes de cara a la respuesta social coordinada en la calle, contra la mencionada Ley.
A continuación, ponen en situación de espera (declaran DEFCOM 4) a sus mercenarios, en este caso a sus “Asociaciones y Cofradías”, los cuales montan el nmerito del lazo amenazando la Semana Santa.
Luego, por si no es bastante, organizan las manifestaciones de unos “Grupos pro-vida” los cuales alguien habrá de explicarnos de dónde y quién les ha dotado de plenipotenciaria en semejante campo para este domingo.

Sin embargo, lo más “sorprendente” ocurre cuando ambas: que se sepa derecha cavernaria e Iglesia anuncian de repente su no adhesión a los movimientos que ambas han coordinado, y lo hacen de manera un tanto precipitada, provocando que un purpurado de Teruel clame en directo por la Cadena Ser llamando a la rebelión social contra un Estado que usa los impuestos para matar niños; y dejando igualmente al Sr. Martínez Pujalte sólo ante el peligro en la manifestación intentando entre balbuceos explicarle a la audiencia de la misma emisora de radio el porqué de que él se encuentre en la manifestación a título particular mientras que la Dirección del Partido Popular no secunda la maniobra.

Hasta ahora, todos sabíamos dónde y con quién jugábamos. Esto nos permitía saber hasta dónde podíamos llegar. La derecha cavernaria comulgaba cada domingo, mientras que los rojos escribíamos panfletos en los que de vez en cuando descubríamos y avergonzábamos por ello a algún que otro “facha” Y ahí acababa el cuento.

La Historia ha demostrado que hay cosas que, según en qué momentos, pasan de aparentemente inofensivas, a terriblemente peligrosas. Así, en España, los movimientos que se hicieron a partir de la Primera República, acabaron como todos conocemos, y sólo va a hacer setenta años de ellos.

Esperemos que a la Derecha cavernaria no desee dar por resucitar su lado “ultra” y haya decidido que es el momento de despertar al “leviatham”, como quedó puesto de manifiesto, es un monstruo terrible que una vez desatado no diferencia víctimas de verdugos.
Seguro que setenta años no son suficientes como para que ya nadie se acuerde.



Luis Jonás VEGAS VELASCO
MARZO DE DOS MIL NUEVE.

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