domingo, 25 de enero de 2009

UN NUEVO ATLAS

Así podría catalogarse lo que está ocurriendo alrededor del nombramiento del nuevo Presidente del Gobierno americano.

De todos es conocido que Atlas era uno de los gigantes semidioses sobre los que se sustentaba de manera literal el mundo; y eso es precisamente lo que estamos haciendo con Obhama, y no solamente de manera figurada.

De todos es conocido, aunque no por todos es aceptado desgraciadamente, que el Mundo, tal y como lo conocíamos a finales del pasado siglo XX, ha pasado definitivamente a la historia. Cierto es que el pasado siglo será siempre recordado e dentificado como el siglo de la desgracia y la sinrazón. Sin embargo no es menos cierto que hemos tenido que inaugurar uno nuevo para conocer cuotas de violencia y barbarie ya casi olvidadas en lo que concierne a la capacidad de destrucción de la que es capaz el Ser Humano.

No cabe duda, el atentado del once de septiembre de dos mil uno sentó un precedente, es más, hizo lo que parecía imposible, unificó al mundo el torno a la convicción de que cometer una tropelía mayor era sencillamente imposible. Sin embargo, desde entonces hemos comprobado que si bien el todo es maor que la suma de sus partes, no es menos cierto que una suma continuada de esas "presuntas pequeñeces," es igualmente destructivo.

Sin entrar, al menos de momentos en análisis políticos, y sin entrar igualmente e valoraciones, la verdad es que a rpriori resulta complicado hacerlo peor que la gobernación americana que acaba de abandonar la Casa Blanca. El plenteamiento de una Política Exterior basada en sus propias concepciones sobre lo que es mejor o peor para el mundo, superada en lo que concierne a incompetencia tan sólo por el grado de autosuficiencia y desprecio a todo lo que no fuera propio, unido a un grado de desconocimiento del resto de Culturas tan sólo calificable como de "absolutamente incompetente en casi todos los campos," han conferido un terreno en el que los a prioris de la nueva Administración, por escasos que sean, hacen verdaderamente difícil pintar un panorama que no mejore ciertamente lo que dejamos atrás.

Lejos de ser un agorero, o de parecer que no participamos de los mejores deseos para el nuevo Presidente de los Estados Unidos, o lo que es lo mismo en cierta manera Presidente del Mundo, lo que pretendemos es decir que desde ésta página, si bien no participamos activamente de todas las premisas que se le adjudican al Sr. Obhama, tampoco participaremos después de aquellos que hagan leña del árbol caído en caso de que éste no funcione como la mayoría considerase conveniente, o simplemente desease.

Mucha suerte, para todos.

Luis Jonás VEGAS VELASCO. ENERO DE 2009.

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