sábado, 31 de enero de 2009

¿EXISTE EL TIEMPO.?



O por contra, todo es una elucubración, un posicionamientos frente a lo inevitable, frente a lo que ha de suceder.

La pregunta debería formularse realmente en los siguientes términos: ¿Qué implica para el Ser Humano la concepción del Tiempo.? Porque es ese, realmente, el problema. El tiempo en realidad no existe, no como entidad propia al menos, hasta que el Ser Humano lo califica, lo identifica, y finalmente lo dota de entidad propia.

El tiempo, por ende, no es, sino aquello que hacemos con él. Y por ello aparece ligado de manera inexorable a la otra gran característica del Hombre, la de la concepción propia, esto es, la exclusiva capacidad de nuestra especie para tener constancia y existencia de sí mismo.


Entonces, y en consonancia con lo dicho, el tiempo no es, sino aquello que hacemos con él. No estoy con ello negando la inelidulible transición que existe desde pasado hacia futuro, pasando por presente. Por contra lo que hago es "humanizar" el tiempo, en tanto que le confiero validez autónoma sólo en función de lo que su transición permite hacer "en el inter" a cada sujeto.
Con ello, podemos decir que el tiempo no vale sino en función de lo que hacemos con él, o mejor dicho, durante el transcurso de "él".

Así, el corolario del axioma es lógico y casi natural, el tiempo no es, sino que lo hacemos nosotros, con nuestros actos, con nuestras vivencias, en definitiva, con la capacidad que cada uno de nosotros tiene para "aprovechar" cada segundo de vida. Porque a nadie se le escapan cosas como que no vale un segundo lo mismo para nosotros que para el corredor que perdió una medalla, o que unos minutos son algo de lo que puedes acordarte el resto de tu vida si fueron los culpables de que no llegaras a la estación para impedir a una persona que cogiera un tren.

En esencia y a modo de conclusión, tiempo y vida van de la mano, inexorablemente unidos, si bien el tiempo no determina una vida, porque hay vivencias inalterables al paso del tiempo, y tiempos que valen por toda una vida.

Luis Jonás VEGAS VELASCO
Enero de 2009.

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